BGP no resuelve directamente los conflictos de QoS, ya que su función principal es el intercambio de información de enrutamiento entre diferentes sistemas autónomos.
Sin embargo, BGP puede influir en la implementación de QoS al permitir que los administradores de red puedan controlar la ruta que toman los paquetes de red a través de diferentes enlaces y proveedores de Internet. Esto puede ayudar a garantizar que los paquetes se enruten a través de la ruta preferida para satisfacer los requisitos de QoS y evitar congestiones en la red.
Además, BGP permite la implementación de mecanismos de filtrado de rutas que permiten evitar la selección de rutas de menor calidad, lo que también puede contribuir a garantizar los niveles de QoS deseados.
En resumen, aunque BGP no resuelve directamente los conflictos de QoS, su configuración puede ayudar a optimizar la implementación de la QoS en la red de un proveedor de servicios.