BGP tiene algunas medidas para ayudar a resolver conflictos de seguridad. Estos son algunos ejemplos:
1. Filtros de entrada: BGP tiene la capacidad de filtrar las rutas entrantes. Los routers pueden bloquear rutas anunciadas desde una fuente no confiable o que contengan información maliciosa.
2. Comprobación de ruta: BGP también puede verificar la validez de las rutas antes de aceptarlas. Si BGP detecta alguna anomalía, como una dirección IP no válida, la ruta se descarta.
3. Políticas de ruta: los operadores de red pueden configurar políticas de ruta para restringir qué rutas se permiten propagar y cómo se propagan. Estas políticas pueden incluir la restricción de ciertos proveedores o líneas de conexión y la obligación de que todas las rutas pasen por un punto de control de seguridad.
4. Autenticación: BGP también admite la autenticación de rutas mediante la especificación de una clave de enrutamiento. Los routers solo aceptan rutas que tengan la clave correcta, lo que reduce la posibilidad de que se incluyan rutas malintencionadas en la tabla de enrutamiento.
En resumen, BGP utiliza una combinación de filtros, verificación, políticas de ruta y autenticación para mitigar los conflictos de seguridad. Sin embargo, los operadores de red deben seguir supervisando activamente sus redes para detectar y abordar las posibles amenazas de seguridad.