Administrar la frecuencia de las llamadas a la API puede ser importante para evitar sobrecargar la API, especialmente si tienes limitaciones en el número de llamadas por un cierto período de tiempo. Aquí hay algunas sugerencias:
1. Limitar las llamadas: Evita hacer llamadas innecesarias a la API. Asegúrate de que sólo hagas la llamada cuando sea necesario. Por ejemplo, no hagas una nueva llamada si los datos obtenidos de la última llamada aún no se han utilizado.
2. Usar la paginación: Si la API soporta la paginación (obtener los datos en lotes en lugar de obtener todos los datos a la vez), úsala. Esto puede ayudar a distribuir la carga de las llamadas a la API durante un período de tiempo más largo.
3. Hacer un manejo de errores sólido: Asegurarte de que tu aplicación pueda manejar correctamente los errores de la API como errores de tasa de límite y tratar de volver a intentar la solicitud después de un cierto período de tiempo.
4. Hacer un seguimiento de las llamadas a la API: Mantén un registro de todas las llamadas a la API que haces, incluyendo la hora de la llamada y si fue exitosa o no.
5. Usar un control de velocidad (Rate limiting): Algunas API proporcionan un límite de tasa que puedes usar para controlar la cantidad de llamadas que haces en un cierto período de tiempo.
6. Colas o programación de tareas: Implementar un sistema de cola o programación de tareas puede ayudar a espaciar las llamadas a la API a lo largo del tiempo.
7. Caching de datos: Si algunos de los datos que obtienes de la API no cambian frecuentemente, puedes almacenarlos en la caché y usar los datos almacenados en lugar de hacer una llamada a la API.
8. Priorizar las llamadas: Si sólo tienes un cierto número de llamadas disponibles, es posible que desees asegurarte de que se usen para las funciones más importantes primero.