OpenAI ha creado políticas y sistemas para que ChatGPT rechace generar contenido inapropiado o dañino. Si un usuario proporciona una entrada inapropiada, el sistema intentará no cumplir con la solicitud o cambiar el tema de la conversación. Sin embargo, puede haber ocasiones en las que el sistema no funcione perfectamente y podría responder de manera que no está en línea con estas políticas. Se está trabajando constantemente para mejorar la detección y manejo de este tipo de situaciones para asegurar que el sistema se comporte de manera segura y saludable.