ChatGPT responde a las preguntas basándose en una combinación de dos métodos. Primero, utiliza una enorme cantidad de información que ha sido previamente “aprendida” durante su fase de entrenamiento, en la que se alimenta con una variedad de datos de Internet.
En segundo lugar, utilizará la información específica proporcionada durante la conversación actual para generar respuestas más precisas y contextualmente relevantes.
Es importante recordar que, aunque ChatGPT puede generar respuestas que parecen muy precisas y están llenas de detalles, no tiene conciencia ni conocimientos propios. Todo lo que “sabe” es un reflejo de los datos con los que fue entrenado.
ChatGPT no tiene capacidad para acceder o recuperar información personal a menos que se le proporcione durante la conversación. La privacidad y seguridad de los datos personales es una alta prioridad para OpenAI, la organización detrás de ChatGPT.