1. Propagación de información falsa: Si los usuarios hacen preguntas y el modelo no tiene suficiente información para responder correctamente, puede resultar en la propagación de información falsa o engañosa.
2. Sesgo en las respuestas: Los modelos de lenguaje como GPT están entrenados en grandes cantidades de datos de Internet, lo que puede resultar en respuestas sesgadas basadas en los datos de entrenamiento utilizados. El sesgo puede ser de cualquier tipo, incluyendo sesgo racial, de género, religioso, etc.
3. Violación de la privacidad: Aunque OpenAI toma medidas para asegurar que los modelos de lenguaje no retengan información personal, existe un riesgo teórico de que un modelo de lenguaje pueda llegar a recordar y regurgitar información personal del usuario.
4. Mal uso: Los actores malintencionados pueden utilizar el modelo para crear contenido falso o engañoso, enviar spam o estafar a las personas.
5. Interacciones inapropiadas: Aunque medidas de seguridad están implementadas, aún existe la posibilidad de que el modelo genere o interactúe con contenidos ofensivos, inapropiados o hirientes.
6. Promoción de ideologías dañinas: Como el modelo de lenguaje es neutral en cuanto a los valores, existe el riesgo de que pueda ser utilizado para promover ideologías dañinas o peligrosas.
7. Desinformación: Los modelos de lenguaje pueden ser utilizados para difundir desinformación, manipular la opinión pública o realizar campañas de desinformación a gran escala.
8. Dependencia de las maquinas: También existe un debate sobre si la dependencia de las máquinas para la comunicación y la generación de contenido puede tener consecuencias negativas para la sociedad en general, desde la pérdida de empleos hasta impactos en la salud mental.
9. Creación de contenido no auténtico: A medida que los modelos de lenguaje se vuelven más sofisticados, existe el riesgo de que el contenido generado por la máquina sea indistinguible del contenido humano, lo que plantea problemas éticos en torno a la autenticidad y la autoría.
