1. Mantener el software actualizado: Es importante que se instalen parches y actualizaciones regularmente para el software utilizado en el servidor DNS. Esto asegura que cualquier vulnerabilidad conocida sea corregida.
2. Configuración adecuada de permisos: Es importante asegurarse de que sólo se permita el acceso a los usuarios y equipos necesarios al servidor DNS y sus datos. Los usuarios y grupos deben ser confiables, con contraseñas fuertes y de actualización regular.
3. Controlar el acceso físico al servidor: Asegúrese de que los servidores se encuentren en un entorno físico seguro y que el acceso a ellos esté restringido. Esto incluye medidas tales como la colocación de los servidores DNS detrás de cerraduras, y el monitoreo de las entradas a las salas y edificios donde se encuentran los servidores.
4. Configuración de Firewall: Configure el firewall para restringir el acceso a puertos no esenciales, y para limitar la cantidad de tráfico de DNS que entra y sale del servidor.
5. Realizar copias de seguridad regulares: Asegúrese de realizar copias de seguridad regulares de la configuración del servidor DNS, así como de cualquier archivo de zona que pueda utilizarse en el servidor.
6. Conectar a servidores de DNS secundario: es importante tener un servidor DNS secundario, ya que esto evitará que la interrupción de un servidor DNS provoque interrupciones en el servicio. En caso de que el servidor principal falle, el servidor secundario puede tomar su lugar.
7. Monitorear el servidor DNS: Use herramientas de monitoreo para supervisar el servidor DNS en busca de actividad sospechosa. Asegúrese de configurar alertas para recibir notificaciones en caso de actividad sospechosa en el servidor.