Los servidores DNS públicos son propiedad de empresas o organizaciones y están disponibles gratuitamente para cualquier persona que necesite usarlos. Estos servidores se utilizan comúnmente en entornos de internet públicos, como cafeterías o bibliotecas, donde múltiples usuarios pueden acceder a ellos simultáneamente. Algunos de los servidores DNS públicos más conocidos son Google DNS, OpenDNS y Cloudflare.
Los servidores DNS privados, por otro lado, se usan en redes privadas, como redes empresariales o domésticas. Estos servidores son propiedad de la organización y están diseñados para proporcionar servicios de DNS seguros y personalizados para sus usuarios. Los servidores DNS privados pueden utilizarse para implementar políticas de control de acceso, filtrado de contenido y seguridad.
En términos de rendimiento, los servidores DNS públicos suelen ser más rápidos y fiables porque están diseñados para manejar grandes volúmenes de tráfico. Los servidores DNS privados tienden a ser más lentos, ya que están diseñados para redes más pequeñas con menos tráfico. Sin embargo, los servidores DNS privados ofrecen mayores niveles de seguridad y privacidad, ya que no están expuestos a los riesgos de seguridad asociados con el uso de servidores DNS públicos.