FaaS (Functions as a Service) y contenedores son conceptos distintos en el mundo de la computación en la nube y tienen diferencias significativas:
1. Configuración: En un entorno FaaS, el desarrollador no necesita preocuparse por la configuración del servidor, ya que todo está gestionado por el proveedor de la nube. En cambio, los contenedores se implementan en una infraestructura que debe ser configurada y mantenida.
2. Escalabilidad: FaaS permite una escalabilidad horizontal casi ilimitada, lo que significa que se pueden ejecutar múltiples instancias de una función en múltiples servidores. Por otro lado, los contenedores se ejecutan en un solo servidor y su escalabilidad está limitada a la capacidad de ese servidor.
3. Tiempo de ejecución: Las funciones FaaS son efímeras y solo se ejecutan durante el tiempo que se necesitan para cumplir su tarea. Por otro lado, los contenedores se ejecutan permanentemente a menos que se detengan manualmente.
4. Precio: Utilizar FaaS puede resultar más caro que utilizar contenedores a largo plazo, ya que la escalabilidad instantánea tiene su precio. Además, FaaS tiene más limitaciones y restricciones que los contenedores, lo que puede resultar en mayores costos de desarrollo para algunos casos de uso.
En resumen, los FaaS se pueden considerar como una opción de virtualización de nivel superior, ya que brindan una abstracción completa de la infraestructura subyacente. Por otro lado, los contenedores se centran más en la portabilidad y la gestión de aplicaciones. Ambos tienen sus casos de uso y beneficios, y la elección dependerá del caso de uso específico.
