El control de acceso basado en permisos es un sistema que se utiliza para limitar el acceso a ciertos recursos o información basados en el nivel de autorización que tenga un usuario. Funciona de la siguiente manera:
1. Asignación de permisos: Los permisos son asignados a los usuarios o grupos de usuarios según sus funciones o roles dentro de la organización. Por ejemplo, un administrador de sistemas puede tener acceso a todos los recursos, mientras que un usuario normal solo puede acceder a ciertos recursos.
2. Verificación de permisos: Cuando un usuario intenta acceder a un recurso, el sistema comprueba si el usuario tiene los permisos necesarios para acceder a ese recurso. Si los permisos son suficientes, el usuario puede acceder al recurso. Si los permisos no son suficientes, el acceso es denegado.
3. Mantenimiento de permisos: A medida que los usuarios cambian de funciones o roles dentro de la organización, sus permisos también deben ser actualizados. Además, es importante asegurarse de que los permisos sean revocados inmediatamente cuando un usuario deja la organización.
En resumen, el control de acceso basado en permisos se asegura de que solo aquellos usuarios que tengan los permisos adecuados puedan acceder a los recursos o información en cuestión. Esto ayuda a mantener la seguridad y la integridad de los datos y los sistemas.