La autenticación HTTP es un método para proteger el acceso a recursos en un sitio web o API. Funciona de la siguiente manera:
1. El cliente (por ejemplo, un navegador web) envía una solicitud HTTP al servidor que requiere acceso a un recurso protegido. La solicitud incluye una cabecera de “Autorización” vacía.
2. El servidor responde con una respuesta 401 “No autorizado” que incluye una cabecera de “WWW-Authenticate”. Esta cabecera especifica el esquema de autenticación que el servidor requiere, tal como “Básico” o “Digest”.
3. El cliente envía otra solicitud al servidor con la información de autenticación en la cabecera “Autorización”, que incluye las credenciales del usuario, tal como el nombre de usuario y la contraseña.
4. El servidor verifica las credenciales del usuario y si son válidas, proporciona acceso al recurso solicitado.
Es importante tener en cuenta que la autenticación HTTP básica transmite las credenciales del usuario en texto claro, lo que las hace vulnerables a ataques de interceptación. Por lo tanto, se recomienda el uso de autenticación HTTPS para proteger las credenciales del usuario.