La redirección HTTP funciona mediante una respuesta de estado especial del servidor web al cliente. Cuando un navegador web intenta acceder a una página en un sitio web, envía una solicitud HTTP al servidor web. Si el servidor determina que la página solicitada ha sido redirigida a otra ubicación, devolverá una respuesta de estado de redirección (como “301 Moved Permanently” o “302 Found”) junto con la nueva ubicación a la que debe dirigirse el navegador.
El navegador entonces envía otra solicitud HTTP a la nueva ubicación y carga la página correspondiente. Esto puede ser transparente para el usuario, si la redirección sucede en un tiempo corto, o requieren de confirmación en caso contrario. La redirección es útil para redireccionar a los usuarios a una nueva ubicación de página, mover contenido de una URL a otra sin perder el tráfico, mantener viejos enlaces funcionando, consolidar el SEO, entre otras cosas.