Para establecer una conexión HTTPS (Hypertext Transfer Protocol Secure) entre un cliente y un servidor web, se deben seguir los siguientes pasos:
1. El cliente envía una solicitud HTTPS al servidor web.
2. El servidor web responde con su certificado digital, que contiene su clave pública y es emitido por una autoridad de certificación confiable.
3. El cliente verifica el certificado digital del servidor web para asegurarse de que es válido y confiable.
4. Si el certificado es válido, el cliente usa la clave pública del servidor web para cifrar una clave de sesión única y la envía de regreso al servidor.
5. El servidor usa su clave privada para descifrar la clave de sesión enviada por el cliente.
6. Se establece una conexión segura entre el cliente y el servidor, y toda la comunicación subsiguiente se cifra usando la clave de sesión.
Estos pasos se realizan de manera automática y transparente para el usuario cuando se accede a un sitio web mediante HTTPS. La conexión HTTPS es importante porque protege la privacidad y seguridad de la información que se transmite entre el cliente y el servidor web, impidiendo que terceros intercepten o manipulen los datos.