La gestión de direcciones IP se realiza a través del protocolo de Internet (IP) y se encarga de administrar la distribución y asignación de las direcciones IP a nivel global.
El sistema de gestión de direcciones IP se divide en cinco organizaciones regionales denominadas Registros de Internet Regionales (RIRs), las cuales se encargan de asignar bloques de direcciones IP a los proveedores de servicios de Internet (ISP) y otros usuarios finales.
Los RIRs trabajan en colaboración con la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN) y los gobiernos de los países para garantizar que cada región tenga suficientes direcciones IP disponibles y para evitar el agotamiento de las mismas.
Los ISP, por su parte, se encargan de la asignación de las direcciones IP a sus clientes. Cada vez que un usuario se conecta a Internet, el ISP le asignará una dirección IP única para que pueda acceder a la red.
La gestión de direcciones IP también se lleva a cabo a través del sistema de enrutamiento de Internet, el cual se encarga de dirigir el tráfico de datos hacia el destino correcto utilizando la información de la dirección IP de origen y destino.
En resumen, la gestión de direcciones IP es un proceso continuo que se lleva a cabo en varias etapas a través de diferentes organizaciones y proveedores de servicios, todo con el fin de garantizar que haya suficientes direcciones IP disponibles para todos los usuarios de Internet.