El proceso de conversión de un nombre de dominio en una dirección IP se realiza mediante el sistema de nombres de dominio (DNS, por sus siglas en inglés).
Cuando un usuario ingresa un nombre de dominio (como google.com) en su navegador, el sistema operativo del usuario envía una solicitud de búsqueda al servidor DNS más cercano. El servidor DNS busca entonces el registro correspondiente al nombre de dominio en su base de datos. Si no encuentra el registro, el servidor DNS buscará en los servidores DNS de nivel superior hasta encontrar la dirección IP correspondiente al nombre de dominio.
Una vez que el servidor DNS encuentra la dirección IP correspondiente al nombre de dominio, la envía de vuelta al usuario. Luego, el sistema operativo del usuario utiliza esa dirección IP para conectarse al servidor web y solicitar el sitio web correspondiente.
En resumen, el proceso de conversión de un nombre de dominio en una dirección IP implica la búsqueda de la dirección IP correspondiente en el registro de DNS y la transmisión de la dirección IP al sistema operativo del usuario para hacer la conexión.
