IPv6 ha sido diseñado pensando en la transmisión de paquetes grandes y ha eliminado la necesidad de fragmentación en la mayoría de los casos. IPv6 requiere que los enlaces de red admitan el MTU mínimo de 1280 octetos. Si se envía un paquete IPv6 que tenga un tamaño superior al MTU del enlace, este paquete se divide en fragmentos con un tamaño inferior al MTU. Además, IPv6 emplea una técnica llamada “path MTU discovery” para determinar el MTU máximo de la ruta entre dos dispositivos. Si un paquete es mayor que el MTU de algún enlace en la ruta, se divide en fragmentos, pero esta tarea se realiza en los dispositivos en los extremos de la conexión en lugar de hacerlo en cada salto, reduciendo así la carga de los routers intermedios. En resumen, la fragmentación en IPv6 se realiza sólo cuando es absolutamente necesario para evitar el uso innecesario de recursos de red y evitar la sobrecarga en los dispositivos de red.