1. Complejidad en la configuración: la implementación de IPV6 implica una serie de cambios en la infraestructura de red, lo que puede ser complejo y costoso para las organizaciones que buscan actualizar su red.
2. Falta de soporte de hardware y software: no todos los dispositivos y software son compatibles con IPV6, lo que significa que se requiere actualizar y reemplazar algunos equipos antiguos para poder implementar IPV6.
3. Mantenimiento y gestión de la red: IPV6 implica una nueva gama de direcciones IP, lo que significa que la gestión de la red se vuelve más compleja. Los administradores de red necesitan nuevas herramientas y habilidades para administrar y mantener IPV6.
4. Costo: el cambio a IPV6 puede ser costoso, especialmente para las organizaciones que tienen una gran infraestructura de red.
5. Interoperabilidad: la implementación de IPV6 en una red puede afectar la interoperabilidad con otras redes que utilizan IPV4. Por lo tanto, se necesita una estrategia de transición cuidadosamente planificada.
6. Seguridad : La implementación de IPV6 puede presentar nuevos desafíos de seguridad, como la necesidad de nuevas tecnologías para proteger la red.