Los NFT se garantizan por medio de la tecnología de blockchain, que registra de manera inmutable y descentralizada la información relacionada con la propiedad del activo digital. Esta información se almacena en una base de datos que está distribuida en una red de nodos y no puede ser modificada ni falsificada sin el consenso de la mayoría de los nodos. De esta manera, se asegura que el NFT pertenece realmente a quien aparece registrado como su propietario en la blockchain correspondiente. Además, al ser únicos e irrepetibles, los NFT no pueden ser reemplazados por otros activos digitales, lo que también contribuye a garantizar su propiedad.