Las variables de entorno son parte esencial en las configuraciones de cualquier aplicación. Nos permiten definir valores que queremos que varíen dependiendo del entorno en que nuestra aplicación esté corriendo (desarrollo, pruebas, producción, etc.) sin necesidad de cambiar el código fuente.
En Node.js, podemos acceder a estas variables de entorno a través del objeto global `process.env`.
Aquí hay un ejemplo básico:
```javascript
console.log(‘Mi variable de entorno es: ‘, process.env.MI_VARIABLE);
```
Si ejecutas este script en tu entorno de desarrollo y no tienes una variable de entorno `MI_VARIABLE` definida, probablemente te devolverá `undefined`.
Si quieres asignar un valor a `MI_VARIABLE`, puedes hacerlo en el mismo comando que usas para arrancar la aplicación. Por ejemplo:
```bash
MI_VARIABLE=hola node mi_script.js
```
Y luego, si vuelves a ejecutar el script, verás que la salida será `Mi variable de entorno es: hola`.
Una práctica común es utilizar un archivo `.env` en el directorio raíz de tu proyecto para definir variables de entorno. Hay un paquete muy útil llamado `dotenv` que te permite hacer esto.
Para usarlo, debes instalarlo con `npm` o `yarn`:
```bash
npm install dotenv
Luego, en tu script, necesitas requerir y configurar `dotenv` antes de usar cualquier variable de entorno:
```javascript
require(‘dotenv’).config();
console.log(‘Mi variable de entorno es: ‘, process.env.MI_VARIABLE);
```
Y en tu archivo `.env`, puedes definir tus variables de entorno así:
```
MI_VARIABLE=hola
```
Recuerda que no deberías subir tu archivo `.env` a repositorios de código público. Asegúrate de añadir `.env` a tu archivo `.gitignore`.