1. Administración más simple: OpenVZ viene con una variedad de herramientas y utilidades automatizadas por defecto que simplifican la administración de los contenedores, haciéndolo más fácil para la gestión así como para la implementación de este sistema de virtualización.
2. Seguridad mejorada: OpenVZ ofrece un mayor aislamiento entre los contenedores que LXC. Esto se debe a que usa una versión modificada del núcleo Linux que proporciona una capa adicional de seguridad.
3. Mayor rendimiento: OpenVZ tiene la capacidad de ofrecer una mejor eficiencia en el uso de los recursos de hardware en comparación con LXC. Esto se debe a que presenta menos sobrecarga en el sistema, lo que permite un uso más eficiente de los recursos de CPU y memoria.
4. Mayor compatibilidad con versiones anteriores: OpenVZ admite una serie de sistemas operativos y distribuciones de Linux más antiguas, lo que puede ser una ventaja en algunos casos donde se utilizan sistemas operativos o software más antiguos.
5. Migración en vivo: OpenVZ ofrece la posibilidad de migrar contenedores en funcionamiento de un servidor físico a otro sin tiempo de inactividad, lo cual es una gran ventaja para las aplicaciones críticas.
6. Limitación de recursos: OpenVZ permite ajustar los recursos del sistema (como la CPU, la memoria RAM, el espacio en disco y la red) en tiempo real sin necesidad de reiniciar el contenedor.
7. El sistema de archivos compartido en OpenVZ puede proporcionar ventajas de rendimiento sobre LXC que usa una mayor virtualización del sistema de archivos.
Sin embargo, vale la pena señalar que a pesar de estas ventajas, OpenVZ tiene algunas limitaciones en comparación con LXC. Por ejemplo, debido a sus modificaciones en el kernel, OpenVZ puede no ser compatible con todas las características y aplicaciones disponibles en un núcleo de Linux estándar.