Rsync, una herramienta de transferencia de archivos sumamente versátil, tiene una amplia gama de opciones que le permiten personalizar su funcionamiento. Una de estas opciones es la opción “—update” (abreviada como “-u”).
En general, rsync sirve para sincronizar archivos y directorios de una ubicación a otra mientras minimiza la transferencia de datos, ya que solo copia los cambios realizados. En contraposición a una copia completa cada vez que se ejecuta, rsync compara los archivos en la fuente y en el destino y solo copia las diferencias (referencia: man page de rsync en GNU.org).
Entonces, ¿qué hace específicamente la opción “—update”?
La opción “—update” en rsync es utilizada cuando quieres asegurarte de que sólo los archivos más recientes se copien de la fuente al destino. Esta opción le dice a rsync que ignore los archivos o directorios cuyo tiempo de modificación en la fuente es más antiguo que el tiempo de modificación correspondiente en el destino – es decir, si el archivo en la fuente no ha cambiado desde la última vez que se copió al destino, rsync no lo copiará de nuevo. Esto puede ser útil para trabajar con datos en los que solo te interesan los cambios más recientes, o para realizar copias de seguridad donde ahorras espacio y tiempo al no copiar datos innecesarios (referencia: man page de rsync en GNU.org).
Por ejemplo, si se ejecutase el siguiente comando:
```rsync -avu /ruta/fuente /ruta/destino```
Rsync copiará de la fuente a la fuente sólo los archivos que sean más recientes en la fuente que en el destino, ignorando todos los archivos y directorios cuyo tiempo de modificación en la fuente es más antiguo que en el destino (referencia: man page de rsync en GNU.org).
Es importante entender que la opción “—update” solo tiene en cuenta la marca de tiempo de los archivos, no su contenido, por lo que si un archivo fue modificado pero su marca de tiempo no cambió, rsync podría no copiar estos cambios. Por lo tanto, la opción “—update” es más adecuada para casos en que estás seguro de que las marcas de tiempo de los archivos reflejan con precisión cuándo fueron modificados.
Además, es crucial notar que la opción “—update” no borra los archivos en el destino que ya no existen en la fuente. Si se necesita este comportamiento, se debería combinar la opción “—update” con la opción “—delete” de rsync (referencia: man page de rsync en GNU.org).
