Los OIDs se codifican utilizando el sistema de “subidentificadores” numéricos separados por puntos. Cada subidentificador representa un nodo único en la jerarquía OID. Por ejemplo, el OID “2.5.4.10” representa el nodo “Organización” en la jerarquía OID del estándar X.500.
Los primeros números en un OID indican la organización que lo registró y los siguientes números indican la posición del objeto en la jerarquía. Los OIDs pueden ser cortos (con un pequeño número de subidentificadores) o largos (con muchos subidentificadores).
Los OIDs también pueden ser representados en formato ASN.1, un lenguaje de especificación de datos utilizado en la codificación y decodificación de datos en sistemas de red y de seguridad.