Un servidor dedicado es una máquina física que se alquila completamente a un solo cliente, lo que significa que toda la memoria, capacidad de CPU y almacenamiento del servidor están disponibles para un solo usuario. Es ideal para grandes empresas o sitios web con tráfico muy alto. Otorga control total sobre el servidor, incluida la elección del sistema operativo, el hardware, etc.
Un VPS (Virtual Private Server) o servidor privado virtual, por otro lado, es una parte virtualizada de un servidor físico y se divide entre varios usuarios. Cada VPS es independiente del otro y cada usuario tiene acceso a una cantidad asignada de CPU, memoria y espacio de almacenamiento. Un VPS puede tener su propio sistema operativo y proporciona un nivel medio de rendimiento.
En resumen, la principal diferencia entre ambos radica en el rendimiento, los recursos y la privacidad que cada uno ofrece. Un servidor dedicado ofrece más recursos y privacidad, pero es más caro, mientras que un VPS es más asequible y puede satisfacer las necesidades de pequeñas y medianas empresas.