La prueba de tiempo transcurrido es un tipo de prueba de software que mide el tiempo que tarda un sistema en procesar una tarea determinada. Se utiliza para verificar si el rendimiento de un sistema cumple con los requisitos de velocidad y eficiencia establecidos por el cliente o el desarrollador. La prueba de tiempo transcurrido se realiza mediante la medición del tiempo que tarda el sistema en completar una tarea en diversas condiciones, como con diferentes cargas de trabajo o en diferentes configuraciones de hardware. Los resultados de la prueba se utilizan para identificar cuellos de botella o problemas de rendimiento y optimizar el sistema para un mejor rendimiento.